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"The Artist" sin duda fue la gran ganadora en la pasada edición de los Oscar |
Al tratarse ésta, de una columna de cine y música, era más que necesario mencionar la entrega de premios número 84 del premio Oscar, ocurrida hace una semana. Lo que parecía un merecido homenaje al cine, se convirtió en una melcocha donde no se celebró a la historia y orígenes de éste (ese era el punto, ¿no?), sino exclusivamente, a la industria norteamericana.
El hecho que “El Artista” ("The Artist"), de Michel Hazanavicius, ganara como mejor película, representa una buena opción por encima de cualquiera de las otras nominadas. Pero a fin de cuentas, se trata de un filme completamente hollywoodense, donde se celebra a esa forma de hacer cine. Es el clásico mensaje de, a pesar de los contras que tiene la industira, siempre serán superados por los grandes pros y podrías ser parte de ella.
Desde mi humilde perspectiva, una ganadora justa, hubiera sido “El Árbol de la Vida” ("The Tree Of Life"), de Terrence Malick, pero perdió los tres galardones que merecía: Mejor fotografía (el mexicano, Emmanuel Lubezki), mejor director y mejor película. Porque muestra, de una manera visual exquisita: una experimentación reflexiva sobre la naturaleza y la vida, que no se ha visto últimamente en pantalla.
Aquí el trailer de esta gran pelicula.
Las pocas cintas realizadas en la carrera de Malick, son memorables, siempre contienen un mensaje interesante y las imágenes que ofrecen, al menos a mí, me hacen agradecer que aún existan realizadores que se preocupan por el lugar en el que ponen la cámara, la profundidad que le darán al campo, así como el tiempo que ocupan en pantalla para algún plano, el cual si requiere ser majestuoso (como son los de Malick), durará lo que éste desee que lo haga y el espectador deberá aprender a ver ese cine y no considerarlo aburrido.
Es por eso que, tanto “El Artista”, como “La Invención De Hugo Cabret” ("Hugo"), son dos filmes excelentes, pero que se apoyan en imágenes un tanto artificiosas, sin afán de verme criticona, es como si fueran demasiado perfectas. Todo está en su lugar, fueron hechas con mucho cuidado y en el caso de “Hugo”, por uno de los mayores genios del cine moderno, Martin Scorsese, quien decidió incursionar en el formato 3D y lo hizo de manera magistral.
Esos dos filmes, más “Medianoche En París” ("Midnight In Paris"), de Woody Allen, tienen ese toque de nostalgia, de levantar los recuerdos en la memoria colectiva, pero son tan buenos, que resulta aburrido no encontrarles ningún defecto.
De las otras nominadas, mejor ni hablamos, porque eran las típicas películas hollywoodenses que siempre están presentes en la entrega (me atrevo a decir que “Tan Fuerte Y Tan Cerca” ("Extremely Loud And Incredibly Close"), ni siquiera es un buen filme que mereciera la nominación, pero el patriotismo extremo de los gringos y el tema del 11 de septiembre, hicieron que la incluyeran en la competencia).
La ceremonia, no sólo fue de flojera (Billy Crystal ha perdido la chispa que lo caracterizaba, tuvieron que valerse del “Cirque Du Soleil”, para obtener un performance llamativo, todos los presentadores tenían discursos demasiado elaborados, las bromas no eran graciosas ), sino que falló en darle homenaje a los verdaderos creadores del cine: Francia.
En “La Invención De Hugo Cabret”, este reconocimiento está presente en las menciones a Georges Méliès, en algunos momentos a los mismos Hermanos Lumiére, a Fritz Lang (que aunque fue alemán, es otros de los grandes creadores del cine) y a muchos realizadores que se alejaban del modelo de cine que después se establecería en Hollywood.
Toda esa nostalgia, pasión, adoración del cine, se centró en la meca norteamericana. El footage en pantalla era de películas clásicas, exclusivamente gringas. Con esto no demerito la importancia que Hollywood y su formación, han tenido dentro de la historia del séptimo arte, pero sí considero que si realmente se hiciera un verdadero homenaje al cine, las imágenes que habríamos visto, serían de los hermanos Lumiére, de los primeros inventos experimentales creados antes de la cámara, de los cinematógrafos antiguos; en fin, no cerrarse a sólo mostrar el lado de la industria estadunidense.
Y no sólo me quejo de la parte de películas, también en cuanto se refiere a la música, desde el anuncio de las nominaciones ya estaban las cosas mal ¿Dos partituras de John Williams, pero la música de Trent Reznor para "The Girl With The Dragon Tattoo" no entró? Eso fue la cuchara de Steven Spielberg. Por suerte, al final, Williams no ganó. Y luego la mejor canción se la dieron a la composición de Bret McKenzie: "Man Or Muppet", de la peli de los Muppets, awwww (bueno, ahí no había mucho de donde elegir).
"Man Of Muppet"
Pero lo que más me enojó y ustedes perdonarán mi amargura, es que le dieran Edición de Sonido a "Hugo", un filme lleno de presupuesto, dejando de lado el excelente trabajo que se notaba en "Drive", una película casi independiente, que además, sólo contó con esa nominación cuando fue una de las mejores películas del año pasado.
Los Oscares no son la gran premiación para los que amamos el cine (yo prefiero los Bafta, Berlín, Venecia e inlcuso Cannes), pero sí representan una plataforma importante para mostrar lo que se está haciendo en la industria, así como nuevos avances, por lo que ver la entrega de la semana pasada, sí fue, por decirlo rápidamente: de huevita.
El homenaje al cine no debió cerrarse tanto y aunque ganó "El Artista", esa verdadera nostalgia por los primeros años de esta "Máquina de Sueños", jamás se concretó. Y como fan consagrada de Angelina Jolie, mejor guardo mis comentarios sobre su enseñada de pierna. Chale.