Por: Jimena Polanski
Hay cosas en el cine hecho por mujeres, que desde el inicio de una película o en algunas secuencias, como fémina, sabes que es arte hecho por alguien de tu mismo sexo. No sé si es cierta sensualidad, sensibilidad o delicadeza, pero sea lo que sea, la pantalla te lo transmite e inmediatamente te identificas con ello.
Quizá la directora que más ha logrado este efecto en mí, es Sofia Coppola. La genial primogénita de uno de los grandes (al menos de los 70 a los 90) realizadores de cine en Estados Unidos, Francis Ford Coppola.
El cine de Sofia Coppola, no sólo está lleno de esta sensualidad y sensibilidad que veo en el cine de mujeres: también tiene SIEMPRE, excelente música. Sin saber de donde provenga esta sublime forma de conjuntar rock, electrónica e incluso rolas del más puro estilo de Universal Estéreo, me gusta imaginar que fue un regalo dado por su ex esposo (y también gran director de cine y videos), Spike Jonze.
Y es que no puedo separar al nombre Sofia Coppola del concepto rock ¿Cómo hacerlo? Si desde que aparecía en el videoclip del clásico de los Chemical Brothers: “Electrobank” (por cierto, dirigido por Jonze) y se rifaba el físico en gimnasia, ella se convirtió en la reina de las buenas películas que siempre tendrán un soundtrack más que disfrutable.
Su ópera prima, "Las Vírgenes Suicidas" ("Virgin Suicides", 1999), se rifó con uno de los scores más adecuados para contar la historia de cinco rubias hermanas que sufren por la vida cerrada y mocha que sus padres les han inculcado, en plena liberación sexual de los 70. Esta banda sonora, corrió a cargo nada más y nada menos, que de los franceses Air y recuerdo que al ritmo del hoy ya clásico tema, "Playground Love", yo solía pensar en lo mucho que odiaba al personaje de Josh Harnett, por como hacía sufrir a Kirsten Dunst.
Además de la fabulosa música de Air, el filme estaba lleno de canciones setenteras, que lejos de dar flojera, brindaban un toque de nostalgia y depresión a cada secuencia de la trágica historia de las hermanas Lisbon. Y si buscan más en su memoria, la bella voz que entona: "I'm a high school lover, and you're my favorite flavor. Love is all, all my soul. You're my Playground Love", pertenece a Thomas Mars, el vocalista de la banda (de la que espero ansiosa un nuevo disco), Phoenix y quien, unos años después, se casaría y tendría dos hijas con Coppola.
Sin decepcionar ni un poco, lo siguiente que Sofia se aventó es una de las películas consentidas de los hipsters alrededor del mundo, en México titulada horriblemente como: "Perdidos En Tokio" ("Lost In Translation", 2003). La imposible historia de amor entre Scarlett Johansson y Bill Murray, como dos norteamericanos depresivos en Japón, tiene música original de Kevin Shields, de My Bloody Valentine (de hecho también hay una rola del grupo), de The Jesus And Mary Chain, de Bill Murray aventándose un cóver a Roxy Music, y nuevamente, para no perder la fina costumbre, de Air y Phoenix.
Luego para el 2006, vino lo que para la crítica fue el peor filme de Coppola: "María Antonieta" ("Marie Antoinette"). Este experimento que para mí, fue muy poco comprendido y dentro de algunos años será revalorado, era la biografía de la reina de Francia desde un punto de vista muy libre. No sólo en lo visual, Coppola se aventó a crear algo diferente, sino nuevamente demostró su gran gusto musical y mezcló a grupos de los 80 como The Cure, New Order, Adam And The Ants, Aphex Twin o Siouxie And The Banshees con melodías clásicas revisitadas con un estilo electrónico, de Antonio Vivaldi, François Couperin y Domenico Scarlatti. También colaboró de nuevo con Air e incluso hay una cancioncilla de The Strokes en el soundtrack.
Luego, Sofia deja pasar 4 años, para regalarnos su última producción: "Somewhere" (2010). Y en este momento de la columna, siento que gasto espacio contando que el tracklist de la cinta nuevamente es muy bueno, en esta ocasión abriendo y cerrando el disco, con temas de la banda de su esposo, Phoenix. Pero no sólo eso, metiendo en cada enternecedor momento que Johnny Marco y su hija pasan en el filme, canciones de Gwen Stefani, Julian Casablancas, Foo Fighters y repitiendo la onda ochentera con The Police, T. Rex, Bryan Ferry y hasta Kiss.
Si esta inigualable cualidad que la directora proveniente de Nueva York, posee para llevar de la mano al cine y la música de manera única, todavía no los hace perdonarla por la fea actuación que hizo en "El Padrino III", entonces vean los videos de “This Here Giraffe”, de The Flaming Lips, “Playground Love”, de Air, City Girl, de Kevin Shields o el más famoso de todos: “I Just Don't Know What To Do with Myself”, de The White Stripes, con la modelo Kate Moss bailando en un tubo, y verán que Sofia Coppola, simplemente: ¡Rockea!